13 may 2010

Biografía de Juan Velasco Alvarado.

Piura, 1910 - Lima, 1977) Militar y político peruano. Juan Velasco Alvarado cursó sus estudios secundarios en el colegio San Miguel de Piura. Ya en Lima, ingresó en la Escuela Militar de Chorrillos, y lo consiguió tras aprobar los exámenes respectivos. En 1934 egresó como subteniente de infantería. Como militar, recorrió la entera geografía peruana, y, además, fue agregado militar en Francia. En enero de 1968, bajo la presidencia de Fernando Belaúnde, fue nombrado comandante general del Ejército y presidente del Comando Conjunto.
Ocupando tales cargos, el 3 de octubre de ese año Velasco dio un golpe de Estado, derrocó a Belaúnde e inició el denominado gobierno revolucionario de la Fuerza Armada. Este gobierno emprendería profundos cambios, desde la reforma agraria o educativa al redimensionamiento del Estado y de las estructuras de poder. Apoyándose en los estamentos nacionalistas del Ejército y en la burguesía, llevó a cabo una política reformista de carácter antiimperialista. Nacionalizó las empresas petrolíferas norteamericanas y británicas. En 1970 realizó importantes reformas agrarias que le enfrentaron con el APRA. También reformó el poder judicial, la banca, la minería y la industria, pretendiendo una mayor participación popular en la vida económica y política del país.
En 1972 reanudó relaciones con el Gobierno de Cuba. Su gobierno desató críticas de la izquierda, que consideraba sus reformas insuficientes, y de los militares, que estimaban injusta su política de nacionalizaciones. A partir de 1973, y a raíz de la amputación de una pierna, empezó a menguar su capacidad de mando en el gobierno de la República
El 29 de agosto de 1975 fue relevado de la presidencia por un movimiento institucional encabezado por el general Francisco Morales Bermúdez, quien hasta entonces ocupaba el cargo de primer ministro. Juan Velasco Alvarado murió en Lima el 24 de diciembre de 1977, a los 67 años de edad. Su sepelio fue uno de los más multitudinarios que se recuerdan en el Perú de las últimas décadas.

Reforma Educativa

Se implementó una ambiciosa reforma educativa a nivel nacional, con la intención de incluir a todos los peruanos en un proyecto de igualdad y de promover una fuerte identidad nacional. El sentido de peruanidad nace como un motivo de orgullo y de ambición progresista.

Se promovió un modelo de desarrollo inclusivo, con la participación de las clases trabajadoras y pobres por primera vez en la historia peruana.

Se invirtió en una reforma cultural que rescató las artes, historia y expresiones de la diversidad racial y cultural de los peruanos. Se crearon fiestas nacionales para revalorizar la participación y elevar la auto estima de los peruanos; tales como el Día del Campesino, cada 24 de junio - que es la fiesta indígena del Inti Raymi [equinoccio de invierno del hemisferio sur], la misma fecha de la Reforma Agraria. El deporte también fue considerado una de las prioridades del gobierno.

Velasco amplió el sistema nacional de jubilación. Creó planes de salud y de acceso a medicinas baratas para los pobres. Construyó redes de agua y electricidad para los pueblos jóvenes o barrios pobres de Lima. Defendió los derechos de las mujeres y proclamó el quechua como idioma oficial. Promovió la reinversión social y la coparticipación de los trabajadores en la conducción de las industrias, en las utilidades y en la propiedad de las empresas

Reforma Agraria

Permitió que por primera vez -desde la invasión hispana- los agricultores peruanos tuvieran acceso a la propiedad de tierras. Los latifundios y haciendas que habían sido creadas mayormente con robos y saqueos coloniales, fueron reemplazados por cooperativas agrarias, comunidades campesinas y propiedades individuales de pequeños productores.

La reforma tenia el objetivo de promover el desarrollo técnico y agropecuario, la industrialización del campo, la disminución de importaciones de alimentos y el crecimiento de la economía rural para beneficio de su población. Lamentablemente los posteriores gobiernos destruyeron ese excelente proyecto nacional, culpando injustamente a la reforma misma de las consecuencias de la negligencia estatal.

No se ha dado desde entonces, una reforma que promueva la agricultura peruana. A pesar de que Perú solo tiene un 2% de tierras arables, existen suficientes terrenos disponibles para la expansión de la frontera rural. En la actualidad, en vez de promover la producción de alimentos para el mercado interno, se prefiere incentivar la agroexportación.

A diferencia de las dictaduras militares derechistas que se esparcieron en Sur América en la década de 1970, el general Velasco promovió un acercamiento político, cultural y comercial con Cuba, China, la Unión Soviética y los países de Europa del Este del bloque soviético, así con los miembros del movimiento No-Alineado.

La Unión Soviética y los países socialistas ofrecieron prestamos y vendieron armamento a Perú, como respuesta al bloqueo comercial y económico sancionado por EEUU, liderado por el ultra derechista presidente Richard Nixon, quien promovió el derrocamiento de Juan Velasco a través del Plan Cóndor.

Las relaciones entre Perú y EEUU

Fueron tensas y poco cordiales durante el velascato. Sobretodo luego de las expropiaciones de las petroleras y mineras de ese país, que operaban en territorio peruano. Así mismo la confiscación de barcos pesqueros de EEUU que no respetaban el límite marítimo de las 200 millas.

A pesar de ser una dictadura militar, el gobierno de Velasco mantuvo en sus comienzos un fuerte respeto de las libertades individuales. Los políticos civiles tenían poco poder e influencia y no hubieron elecciones. Pero el gobierno promovió la participación social directa de los peruanos en las decisiones del gobierno.

Por primera vez los peruanos eran permitidos de viajar a cualquier país del mundo (incluyendo estados comunistas y no-alienados). Los intelectuales y políticos izquierdistas fueron liberados de las cárceles y permitidos a participar en los medios de comunicación. Se creó el "Sistema Nacional de Movilización Social" (SINAMOS) para organizar la participación social directa de los peruanos en el proceso revolucionario.

Ante los avances del gobierno socialista de Velasco, los agentes económicos capitalistas del mundo dirigidos por EEUU, promovieron el fracaso de la Revolución Peruana. El ejemplo del velascato sirvió de inspiración a muchos políticos del continente, incluyendo a Hugo Chávez, entonces un soldado en formación y hoy presidente de Venezuela.

Para derrocar a Velasco, se fomentó una crisis nacional interna, producto de un trabajo conjunto de la derecha peruana e internacional, con la intervención de la CIA y el financiamiento del gobierno de Richard Nixon de EEUU con el apoyo de la dictadura derechista de Brasil.

La derecha Peruana

La oligarquía de Lima, tomaron ventaja de los errores del gobierno de Velasco, tales como la concentración de poder, el centralismo, el autoritarismo de algunos de sus miembros -muchos de los cuales son personajes de la actual política peruana- y la corrupción interna de autoridades inconscientes que despilfarraron recursos, y la incapacidad de funcionarios improvisados.

La crisis económica

fue causada en parte por las restricciones del comercio externo promovidas por el gobierno, la presión internacional, el bloqueo comercial de EEUU que incluyó el cierre de empresas y el desempleo de trabajadores peruanos. Pero sobretodo por la oposición desestabilizadora que recibió financiamiento de EEUU.

Como resultado se produjo una recesión económica, una inflación elevada, el crecimiento de la deuda y programas de austeridad promovidas por el mismo gobierno. Todo esto empeoró con la especulación de los alimentos y los desastres naturales: inundaciones y terremotos. Igualmente influyeron la caída de la producción de recursos exportables, la baja de precios mundiales de los minerales con el fin de la guerra de Vietnam.

En febrero de 1975, una huelga nacional de los policías permitió vandalismos, incendios y saqueos de oficinas, viviendas y negocios en Lima. El general Velasco había sido envenenado secretamente y ya sufría de muy mala salud, incluyendo una pierna amputada.

Ante el desgobierno y caos generalizado, los asesores de Velasco tomaron acciones desesperadas: comenzaron la persecución de la oposición. Aumentó la represión militar y policial, se cerraron medios de prensa, encarcelaron y deportaron periodistas y políticos, se expropiaron todos los diarios y se realizaron actos de violencia injustificados, resultando en el asesinato de inocentes peruanos.

Mientras la protestas populares aumentaban, el "chino" se iba quedando solo. Todos estos actos parecían en realidad creados para desprestigiar y debilitar el gobierno revolucionario, y dejar las puertas abiertas para el sector conservador del gobierno militar.

Mientras tanto, la extrema izquierda civil también protestaba en las calles. Una revuelta de la policía en Huanta, Ayacucho causó 20 muertos y los marxistas utilizaron el hecho como propaganda política.

Se especula que durante los últimos años del gobierno de Velasco, un sector de las Fuerzas Armadas de Perú promovió la idea de recuperar el departamento de Tarapacá, cedido a Chile en 1884, al final de la guerra del Pacifico. El país del sur enfrentaba una crisis económica al comienzo de la dictadura de Augusto Pinochet y la supremacía militar peruana era marcada. Este plan fue cancelado por la misma jerarquía militar peruana que ya planeaba un golpe militar contra Velasco.

Legado de Velasco

El 29 de agosto de 1975, el general Francisco Morales Bermúdez -cuyos familiares son de Tarapacá- fue asignado como "reemplazo" de Velasco, en un golpe de estado proclamado en la ciudad de Tacna en la frontera con Chile.

Este golpe se realizó cuando el gobierno de Velasco tenía planeado un ataque militar a Chile para recuperar el territorio de Tarapacá. El ataque estaba previsto para el 5 de octubre de 1975, y Perú se había armado con más de $2,000 millones de armamento soviético. Chile con Pinochet, inició desde entonces una carrera armamentista con el apoyo de EEUU, la cual continúa hoy.

El gobierno pro-Chile y pro-derecha peruana de Morales Bermúdez gobernó para devolver los beneficios a la oligarquía peruana, aunque oficialmente aparentaba continuar con las reformas de Velasco, el objetivo era dejar las puertas abiertas para el regreso de la derecha peruana.

Morales ha sido acusado de apoyar secretamente al Plan Cóndor, un operativo continental genocida planeado por la CIA y el gobierno de Nixon, para anular los movimientos socialistas del continente. Muchos especulan que este plan promovió la guerra interna peruana de 1980.